Lleva más de 200 años en vigor y con él no se elige al mandatario a través del voto directo, como sucede en la mayoría de las democracias del mundo, sino por colegios electorales.
Dependiendo de quien haga las cuentas, son ocho o diez los estados que deciden. Suena raro, pues son 50 los que componen el país, más el distrito de Columbia (Washington D.C.), que cuenta sólo en la definición.
Es decir, para escoger al nuevo ocupante de la Casa Blanca -entre Barack Obama o John McCain- no gana quien acumule más sufragios en al país, sino el que sume una mayoría de asientos al Colegio Electoral, el órgano que se encarga de ungir al nuevo mandatario.
Por ejemplo, Al Gore en las elecciones del 2000, pese a ganar la 'elección popular' por una diferencia superior al medio millón de votos, perdió frente a George W. Bush, que a la larga obtuvo más curules ante este Colegio Electoral.
En total, el Colegio está compuesto por 538 asientos distribuidos entre todos los estados, según su población. El primer candidato que alcance los 270 escaños gana.
California, por ejemplo, pone 55, mientras que uno pequeño como New Hampshire participa con solo 4. Quien gana las elecciones en un estado -así sea por un voto- se lleva el total de asientos preasignados al mismo. Solo Nebraska y Maine tienen un sistema diferente y distribuyen sus asientos basados en el porcentaje que obtuvo cada candidato.
La pelea por la presidencia en Estados Unidos se libra estado por estado. Pese a ello hay, algunos que terminan contando muchos más que otros.
A lo largo de la historia, una mayoría de estados se fue convirtiendo en bastión de un solo partido. Por ejemplo, Carolina del Sur siempre vota por un republicano, mientras que Nueva York se inclina por un demócrata.
Los estados donde se juega todo
El margen para marcar la diferencia es bastante estrecho y suele reducirse a un grupo de estados 'variables' que en cada elección oscila entre un partido o el otro.
Es el caso de Florida, Ohio o Nevada, estados que se llevó Bill Clinton en las elecciones del 96, pero que pasaron a la columna republicana con Bush, en los comicios del 2000 y el 2004.
Y en esta ocasión no es diferente. Según las encuestas, el senador afroamericano ya tendría asegurados 20 estados: Washington, Oregon, California, Minnesotta, Iowa, Wisconsin, Pennsylvania, Nueva Jersey, Michigan, Maine, Massachusetts, Connecticut, Nueva York, Illinois, Hawai, Rhode Island, Delaware, Maryland, Vermont, New Hampshire, y el distrito de Columbia. Juntos suman 259 votos al Colegio Electoral para Obama.
En el caso de McCain serían 16: Texas, Mississippi, Kentucky, Kansas, Louisiana, Arkansas, Alaska, Tennessee, Alabama, Utah, Wyoming, Dakota del Sur, Nebraska, Idaho, Oklahoma y Carolina del Sur. Con ellos sumaría 127 votos.
Lo que quiere decir que restan 14, que aún estarían en juego. Y es allí donde los candidatos vienen invirtiendo más tiempo y recursos. De esos 14, sin embargo, 8 ya están mostrando claras tendencias hacia uno u otro candidato (ventajas superiores a los 5 puntos en las encuestas).
Cuatro de ellos favorables para Obama (Colorado, Nuevo México, Ohio y Virginia) y cuatro favorables para McCain (Arizona Georgia, Virginia del Oeste y Dakota del Norte).
Por lo tanto, restan seis que, dado lo apretado de las encuestas (menos de 3 puntos), son una moneda en el aire: Nevada, Montana, Missouri, Indiana, Carolina del Norte y Florida.
Si el corte de cuentas se hace sumando los estados ya fijos más los 8 estados que se están inclinado para uno u otro lado, Obama sería presidente con 306 votos al Colegio Electoral frente a 160 de McCain.
Eso, sin siquiera tener que considerar a lo seis 'inciertos', pues a McCain -incluso ganándolos todos- no le alcanzaría para completar el peso.
En otras palabras, para que McCain pueda ganar estas elecciones tendría que triunfar en todos sus fijos (16), todos sus favorables (4), todos los inciertos (6) y arrancarle a Obama al menos 3 de los cuatro que hoy se están inclinando a su favor (Ohio, Colorado, Nuevo México, o Virginia).
Y no en cualquier orden. Dado su peso en el Colegio Electoral, Ohio (20 votos) y Virginia (13) son imprescindibles para que le ajusten las cuentas.
La esperanza de McCain está en que los 14 estados que aún estarían en juego fueron ganados por Bush en el 2004 y casi todos (salvo Nuevo México), en el 2000. Incluso algunos, como Colorado y Virginia, eran considerados hasta este ciclo electoral como sólidos para el Partido Republicano.
En todo caso, el escenario no pinta muy bien para el senador por Arizona. Pero espacio hay para una sorpresa.
Estados clave
Ohio (20 votos) Votó por Bill Clinton en el 92 y el 96 pero luego privilegió a Bush en el 2000 y el 2004, cuando -dicen- definió esas elecciones. Muy golpeado por la crisis económica y la pérdida de empleos, podría volver a los toldas demócratas en esta ocasión si los electores perciben que su mala situación es producto de los 8 años de Bush. Las encuestas le dan a Obama 6,5 puntos de ventaja, pero McCain le apuesta a la gran clase trabajadora del estado, en su mayoría blanca, que podría ver al senador por Illinois como un elitista. Si McCain pierde aquí será su fin, salvo que dé una sorpresa mayúscula en otro gran estado, como Pennsylvania, que en esta ocasión se está inclinando con claridad para los demócratas.
Virginia (13 votos) Ha sido un bastión republicano por más de 40 años. Pero en elecciones recientes, Virginia ha escogido a un senador y un gobernador demócrata, lo que indica que el mapa electoral está cambiando. Una importante población afroamericana y el norte del estado, donde se agrupa un electorado más liberal dada su cercanía con Washington D.C., han elevado las aspiraciones del senador por Illinois, que encabeza los sondeos por 6,5 puntos. Si Obama gana sería un palo y un golpe casi mortal para McCain.
Colorado (9 votos) Este estado lleva 12 años votando por republicanos. En el 2004, Bush se lo llevó por más de 5 puntos. Pero su gran población hispana y la rabia por la postura 'antiinmigrante' del partido, lo ha dejado a merced de los demócratas. No es casualidad, por supuesto, que el Partido Demócrata haya decidido realizar en Denver, la capital, su Convención Nacional. Obama estaría adelante por 6,5 puntos. Otro estado donde es McCain el que debe dar la sorpresa.
Florida (27 votos) Aunque Florida ha elegido a un republicano en tres de las cuatro últimas elecciones, siempre se le contabiliza como un estado 'oscilante' dada la diversidad de su población. En el 2000 se inclinó por Bush, pero solo por el 0,1 por ciento.
Actualmente, las encuestas dicen que hay empate técnico entre Obama y McCain. Pero el senador por Illinois cree que puede ganarlo por dos razones: la gran población hispana ya no está compuesta en su mayoría por los cubano-americanos (que suelen votar republicano) y se trata de un estado que ha sufrido mucho por la crisis económica e inmobiliaria, que se le atribuye a la administración Bush. McCain, si quiere tener algún chance, no puede perder en el llamado 'estado del sol'.
Nevada (5 votos) Como Ohio, fue demócrata bajo Clinton y republicano con Bush. Pero por un estrecho margen. La gran migración hispana a este estado en décadas recientes hace creer a los demócratas que lo pueden recuperar. Obama va adelante por siete puntos.
Nuevo México (5 votos) Fue para los demócratas en el 2000 y para los republicanos en el 2004, pero, en ambas ocasiones, por decimales. En esta ocasión está mostrando claras tendencias de que se inclinará por Obama, que aventaja a McCain por 7,2 puntos. La gran población hispana y el decidido apoyo que le ha brindado su actual gobernador, Bill Richardson, son cartas de garantía.
Missouri (11 votos) Terreno demócrata durante Clinton, lleva 8 años en poder republicano. Durante la última elección, sin embargo, Bush ganó solo por tres puntos. Obama, que triunfó en este estado durante las primarias, cree que puede devolverlo a la columna demócrata. Según las últimas encuestas, están empatados (solamente 0,4 puntos de ventaja para McCain). Otro que el republicano necesita para mantenerse con vida.
Carolina del Norte (15 votos) Es un bastión republicano que privilegió a Bush por más de 12 puntos en las elecciones del 2004. Obama, sin embargo, cree que tiene chances, pues allí existe una gran población afroamericana. Las encuestas dan empate, pero McCain no se puede dar el lujo de perder un estado tan 'confiable'. Si sucede, sería una puntilla para su ataúd.
El actual presidente George W. Bush superó al demócrata John Kerry por 12 puntos en el 2004, pero más de una quinta parte de los habitantes del estado son negros y los residentes en las zonas urbanas del triángulo tecnológico de Raleigh, Durham y Chapel Hills se inclinan por Obama.
Carolina del Norte no ha votado por un presidente demócrata desde 1976.
Indiana (11 votos) Bush derrotó a John Kerry por 20 puntos en el 2004 y es un estado que votó por última vez por los demócratas en 1964. Pero es fronterizo con Illinois, la tierra de la que Obama es senador y su campaña ha inyectado recursos en la zona. Otro que da empate técnico (1,7 para los republicanos), pero que McCain requiere si piensa llegar a la Casa Blanca.
Pennsylvania (21 votos) Aunque Pennsylvania suele incluirse en la columna de 'indecisos', lleva 16 años votando por demócratas y es visto como relativamente seguro. Pese a ello, su gran clase trabajadora -muy similar al caso de Ohio- no comulga bien con Obama, que fue aplastado aquí por Hillary Clinton en las primarias.
Además, en las elecciones del 2004 Bush perdió, pero por solo 2,5 por ciento. McCain, que le está apostando duro al electorado de la ex primera dama, aspira ganarlo en esta ocasión y le ha dedicado los últimos días de la campaña. Pero la ventaja de Obama en las encuestas es muy grande (9 por ciento) y por eso ya se da como seguro para el afroamericano. Un triunfo inesperado de McCain aquí lo devolvería a la vida, pues pesa mucho en el Colegio Electoral.
New Hampshire (4 votos) Ha votado por un demócrata en tres de las cuatro presidenciales anteriores. Pero su gran población de votantes de corte 'independiente' lo vuelven atractivo para McCain, que ganó el estado durante las primarias republicanas del 2000 y de este año. Gracias a su impulso, de hecho, fue que pudo ganar la nominación. Sin embargo, las encuestas dicen que Obama le saca 12 puntos y parece insuperable.
Wisconsin (10 votos): Kerry ganó por sólo 11.000 votos en el 2004, pero Obama, que ganó las elecciones primarias en febrero frente a su rival demócrata Hillary Clinton, lleva ya varios meses en cabeza.