Interés es un índice utilizado para medir la rentabilidad de los ahorros o el coste de un crédito.
Antes de hablar del tema de intereses, es importante hablar de indiferencia o equivalencia financiera. Iniciemos con un ejemplo clásico que contiene todas las características relevantes sobre el tema: ¿Si le ofrecieran entregarle un millón de pesos hoy o dentro de diez años, usted qué escogería?, ¿es para usted indiferente (igual) recibir el millón de pesos hoy o dentro de diez años?; es decir, ¿es para usted equivalente un millón de pesos hoy y un millón de pesos dentro de diez años? Una corta reflexión lo llevará a concluir que es mejor un millón de pesos hoy. Lo anterior es cierto porque el dinero tiene una característica particular: tiene la posibilidad de crecer o multiplicarse con el tiempo. Ahora bien; imagine que le proponen entregarle un millón hoy o un millón más una cierta cantidad dentro de diez años. Si usted encuentra que las dos cantidades son equivalentes (un millón hoy y un millón más cierta cantidad dentro de diez años), o que usted es indiferente entre recibir una o la otra, quiere decir que esa cantidad dentro de diez años hace equivalente a las dos cifras. Inicialmente, podemos definir esa cantidad como los intereses o como el dinero que usted exigiría por disfrutar del dinero después y no ahora. Lo anterior nos lleva a pensar que el dinero tiene un precio, un precio que hay que pagar para que una persona acepte entregarnos su dinero y no utilizarlo hoy.
A partir de lo anterior, podemos definir los intereses como el precio que se paga por el uso del dinero. Los intereses se expresan, generalmente, como un porcentaje de la suma prestada (sobre esto, vale la pena aclarar que el cada cuánto [meses, años, etc.] se deberá pagar ese porcentaje es algo que debe ser especificado con claridad). Al interés expresado como un porcentaje se le conoce como tasa de interés.
Existen diferentes formas de pagar los intereses. Algunas de ellas se explican a continuación.
Interés simple: Imagine que usted solicitó 100 pesos prestados al 1% de interés mensual simple. Al cabo de un mes usted debe los 100 pesos más un peso por intereses. Si usted decide no pagar los 100 pesos ni el peso de interés, al cabo del segundo mes usted deberá los cien pesos más dos pesos de interés. Como podemos darnos cuenta, sólo se calculan intereses sobre el monto prestado originalmente; es decir, usted no debe pagar, en el segundo mes, intereses sobre los intereses que se causaron en el primer mes (un peso).
Interés compuesto: A diferencia de su antecesor, en la modalidad de interés compuesto usted sí paga intereses sobre intereses, por lo tanto, hablando del ejemplo anterior, usted deberá, al finalizar el segundo mes, 100 pesos más dos pesos de intereses sobre estos 100 pesos más 0,1 pesos de intereses sobre los intereses del primer mes (un peso).
Intereses vencidos: En el ejemplo de interés simple, los intereses se pagan vencidos; es decir, se pagan al final del periodo (del mes en nuestro ejemplo).
Intereses anticipados: A diferencia de su antecesor, si usted decide pagar intereses anticipados, los deberá pagar al inicio del periodo (del mes en nuestro ejemplo) y no al final.
Interés nominal. La tasa de interés nominal es la tasa de interés que usted deberá pagar al finalizar un periodo, generalmente un año, si el tipo de interés cobrado es simple.
Interés efectivo: La tasa de interés efectivo es la tasa de interés que usted deberá pagar al finalizar un periodo, generalmente un año, si el tipo de interés cobrado es compuesto.
Detrás de la tasa de interés existen muchos factores que determinan su valor. Inicialmente, podemos decir que éste se determina por las fuerzas de la oferta y la demanda presentes en el mercado; por ejemplo: Si hay escasez de dinero en el mercado (por poca oferta o excesiva demanda) su precio (interés) será alto. En contraposición, si hay abundancia de dinero (por exceso de oferta o poca demanda) el precio (interés) será bajo. Es importante anotar que, en Colombia, el Banco de la República tiene la capacidad de intervenir el mercado y fijar las tasa de interés cuando considere que esto es necesario o importante para la economía.
Existen dos situaciones clásicas en las cuales se considera que el Banco de la República debe intervenir: cuando las tasa de interés son muy altas porque los empresarios y las personas en general no desean endeudarse para mejorar o ampliar sus empresas o para iniciar nuevos negocios o para comprar bienes, o cuando las tasa de interés son muy bajas porque el público en general no desea ahorrar y prefiere utilizar el dinero para otros fines. Es importante para el Estado que el ahorro y la inversión se encuentren en niveles altos, por lo tanto, ante las anteriores situaciones, es posible que el Banco de la República intervenga el mercado.
Para finalizar, es importante anotar que no existe una única tasa de interés en el mercado. Dependiendo de la cantidad de dinero prestada, el plazo, el acreedor (quien presta), el deudor (quien pide prestado), la oferta, la demanda, etc., se definen los valores de las diferentes tasa de interés.